Adolf Bécquer
Gustavo Adolfo Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836 – Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento Posromántico. Aunque fue moderadamente conocido mientras vivió, comenzó a ganar prestigio cuando al morir se publicaron muchas de sus obras.
Sus más conocidos trabajos son sus Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la Literatura hispana, siendo ampliamente reconocidas por su influencia posterior.
El monte de las ánimas:
Una vez en casa de los Condes y reunidos junto a la lumbre, sólo Beatriz y Alonso permanecían ajenos a la conversación general, hasta que el joven rompió el largo silencio comunicándole a su prima que pronto se separarían y que antes de ello le quería regalar una joya. Beatriz le contestó que aceptar un regalo suyo podía comprometer su voluntad, y entonces Alonso le contó que era el día de todos los santos y que por lo tanto, un día de celebración para todos. Ella, sin decir nada, aceptó el regalo y él le pidió alguna cosa suya. Beatriz estuvo de acuerdo y le dijo que en el monte de las ánimas perdió la banda azul que llevaba en la cacería, y que justamente quería regalársela. A estas palabras, Alonso, aún sintiéndose capaz de luchar contra los lobos, no era lo suficiente valiente como para ir de noche al monte y buscar aquel objeto perdido. Pero al ver una sonrisa irónica de Beatriz, se levantó, y muerto de miedo se dirigió hacia el monte en su caballo, diciéndole adiós a la hermosa. Fueron pasaron las horas hasta llegar la media noche y Beatriz no pudiendo dormir se levantó a rezar creyendo oír su nombre cuando sólo era el viento que azotaba su ventana. Así, asustada y con insomnio, oyendo las campanas de la ciudad de Soria, hasta que llegó el amanecer. Cuando se levantó, estando a punto de reírse de ella misma por haberse asustado tanto la noche anterior, vio su banda azul rota y ensangrentada en su mesilla de noche. Beatriz quedó paralizada, sus ojos se desencajaron y cuando vinieron sus sirvientes para avisarla que Alonso había sido devorado por los lobos del monte, la encontraron inmóvil y muerta de horror.
Maese Pedro el organista:
La acción tiene lugar en Sevilla, en el convento de Santa Inés. El protagonista es el organista Maese Pérez, era ciego pero esto no era un obstáculo para tocar el órgano, el cual tocaba maravillosamente. No tenía apenas amigos y su única familia era su hija. A la gente le encantaba ir a escucharlo tocar pues tocaba una música muy celestial. Lo hacía tan bien que el Arzobispo de Sevilla le propuso que fuera a la catedral a tocar, en la misa de gallo. Maese Pérez se puso muy enfermo y una Nochebuena viendo que su muerte estaba cercana y temiendo el fin, quiso que lo llevaran a su iglesia para poder tocar por última vez y descansar en paz, y eso es lo que desgraciadamente sucedió.
El Arzobispo nombró un sustituto para que tocara en su lugar, que tocaba en San Román y San Bartolomé, que era una persona muy envidiosa. Al igual que con Maese Pérez le pidió que fuese a tocar a la catedral el día de Nochebuena y al año siguiente así lo hizo, pero no tocaba muy bien y era incomparable con la maestría del ciego. Aquel mismo día para sorpresa de todos sonaba una melodía muy bonita en el convento donde tocaba el anciano, pero nadie estaba sentado en órgano tocando el instrumento. Era el espíritu del pobre Maese Pérez el que tocaba aquel día. Ese milagro no se volvió a repetir debido a que destruyeron el órgano.
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