miércoles, 30 de marzo de 2011

Bécquer

GUSTAVO ADOLFO BECQUER

Gustavo Adolfo Domínguez Bastida nació en Sevilla, 1836 y murió en Madrid, 1870. Ha sido un poeta español. Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura.


Se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna.


Poesía:


Cendal flotante de leve bruma,

rizada cinta de blanca espuma,

rumor sonoro

de arpa de oro,

beso del aura, onda de luz:

eso eres tú.


Tú, sombra aérea, que cuantas veces

voy a tocarte te desvaneces

¡como la llama, como el sonido,

como la niebla, como el gemido

del lago azul!


En mar sin playas onda sonante,

en el vacío cometa errante,

largo lamento

del ronco viento,

ansia perpetua de algo mejor,

¡eso soy yo!


Yo, que a tus ojos, en mi agonía,

los ojos vuelvo de noche y día;

yo, que incansable corro y demente

¡tras una sombra, tras la hija ardiente

de una visión!.


Leyenda: "Maese Pere, El organista"

*En Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés, y mientras esperaba que comenzase la misa del Gallo oí esta tradición a una demandadera del convento.


Como era natural, después de oírla aguardé impaciente que comenzara la ceremonia, ansioso de asistir a un prodigio.


Nada menos prodigioso, sin embargo, que el órgano de Santa Inés, ni nada más vulgar que los insulsos motetes con que nos regaló su organista aquella noche.


Al salir de la misa no pude por menos que decirle a la demandadera con aire de burla:


-¿En qué consiste que el órgano de maese Pérez suene ahora tan mal?


-¡Toma! -me contestó la vieja-, ¡es que ése no es el suyo!


-¿No es el suyo? ¿Pues qué ha sido de él?


-Se cayó a pedazos de puro viejo hace una porción de años.


-¿Y el alma del organista?


-No ha vuelto a aparecer desde que colocaron el que ahora lo sustituye.


Si a alguno de mis lectores se le ocurriese hacerme la misma pregunta después de leer esta historia, ya sabe por qué no se ha continuado el milagroso portento hasta nuestros días.


No hay comentarios:

Publicar un comentario